28 de Diciembre: Día del concebido y no nacido
Mañana, 28 de diciembre, con motivo del día de los Santos Inocentes, las entidades AES (Alternativa Española), ACSA (Asociación Cruz de San Andrés), Foro ARBIL, CTC (Comunión Tradicionalista
Carlista)
y DNE (Derecha Navarra y Española) convocan concentraciones por toda España para pedir la derogación de la legislación abortista. A esta convocatoria se han adherido 47 entidades, entre ellas Vita et Veritas.
En todas las concentraciones se leerá el siguiente manifiesto:
En todas las concentraciones se leerá el siguiente manifiesto:
Manifiesto General de la Coordinadora
por la Vida
del 28-D de 2012 en el Día del
concebido y no nacido.
Una vez más, desgraciadamente, tenemos
que volver a concentrarnos en toda España, ante Parlamentos, sedes
de partidos o centros de la muerte para clamar por el fin de esa
legislación inmoral e ilegítima que ha permitido, según los
últimos datos oficiales hechos públicos, que el año pasado 118.359
niños fueran asesinados en el vientre materno con un incremento
anual situado en torno al 4.7% con respecto al año anterior,
desmintiendo a quienes afirmaban que con la nueva ley descendería el
número de abortos y pese a que las cifras son inferiores a la
realidad debido al reparto masivo y gratuito de píldoras abortivas
que es otra forma de legalizar el asesinato sin que deje
remordimientos morales. Cifras terroríficas de un negocio inmoral
cuya geografía crece territorialmente tanto con los gobiernos
populares como con los gobiernos socialistas.
Lo hacemos un 28 de Diciembre,
recordando aquella otra legislación inicua que permitió, por mero
interés político, al servicio del deseo bastardo de mantenerse en
el poder a cualquier precio, el asesinato masivo de inocentes en los
tiempos de Jesús, reclamando, al mismo tiempo, que este día sea
proclamado oficialmente, tanto a nivel nacional como autonómico y
municipal, como Día del Concebido y aún no nacido. Un Día al año
para que los españoles sean conscientes de esa monstruosidad oculta
bajo la cobardía de unas siglas, IVE, que son el último escalón
para hacer invisible socialmente ese asesinato legalizado que es el
aborto.
Comparecemos para ello, ante la opinión
pública, en una Coordinadora por la Vida que deberá continuar
realizando acciones conjuntas, mediante la presión a los políticos
y la concienciación de los ciudadanos, formada por partidos y
asociaciones, organizaciones de la sociedad civil, compuesta por
hombres y mujeres que en toda España, con la letra menuda, día a
día, trabajan para que el Derecho a Vivir, erradicado en nuestra
nación por decisión política y sostenido por el duopolio que
forman el Partido Popular y el PSOE, se transforme en una realidad y
no sea uno más de esos derechos irreales proclamados en pomposas
declaraciones y vulnerados sistemáticamente por el poder político.
Coordinadora de hombres y mujeres como
los que cada día veinticinco se reúnen a las puertas de los centros
de la muerte para rezar por aquellos que no han podido ver la luz;
hombres y mujeres como los que con un enorme sacrificio personal,
azotados por la incomprensión, informan a las mujeres que acuden,
muchas veces por desesperación, por insolidaridad, por falta de
apoyos sociales, vencidas por situaciones extremas, de que aún en el
último instante pueden dar una oportunidad a la vida, rescatando así
a estas víctimas inocentes, que son los niños aún no nacidos, de
una muerte segura.
Estamos aquí porque, a pesar del signo
de los tiempos, seguimos creyendo que el Derecho a la Vida es el
derecho primigenio del hombre y por el que empieza el respeto a su
dignidad.
Nos reunimos aquí para afirmar que el
Derecho a Vivir es un absoluto, que no existe un aborto bueno y un
aborto malo, que no se puede afirmar que se defiende la Vida y al
mismo tiempo ser partidario o mantener legislaciones que permiten el
aborto según qué supuestos; porque cuando se trata de defender la
Vida no cabe practicar reserva mental alguna, ni buscar argumentos
leguleyos o aplicar, para acallar la conciencia, una cómoda moral
situacional. Ni es posible afirmar, como hace el gobierno, que se
puede defender la Vida, defender los derechos del no nacido y no
reconocer el aborto como un derecho mientras existan leyes que
permiten asesinar a un niño en el vientre materno.
Los que hemos salido a la calle, una y
otra vez, de forma masiva o minoritaria, lo que proclamamos es que no
queremos ni “Ley Aído”, ni “Ley Gallardón”, ni leyes como
la socialista de 1985 y hoy asumida como propia por el Partido
Popular, que según nos indica el actual presidente del gobierno debe
ser aceptada porque existe consenso político sobre la misma y es
constitucional. Lo que queremos poner de manifiesto es que no
admitimos leyes abortistas, que nos da igual que sean populares o
socialistas las que las hagan o las mantengan; que lo que pedimos, lo
que reclamamos y por lo que luchamos es por la prohibición absoluta
del aborto en España. Porque el aborto, por encima de lo que afirmen
las leyes, por muchas sentencias leguleyas del Tribunal
Constitucional que se acumulen, no es un derecho, es sencillamente un
crimen.
Nosotros también formamos parte de la
España indignada; nos sublevamos y nos revelamos ante la pasividad
con la que se miran las cifras del asesinato de inocentes, como si
estas vidas, despreciadas socialmente, no tuvieran valor alguno.
Nosotros somos parte de la España rebelde ante ese pretendido
consenso social que favorece la expansión de una cultura de la
muerte a la que es preciso combatir.
En estas fechas del 28 de Diciembre, de
una forma o de otra, todos, hace un año, pedíamos a este gobierno
que acumula el mayor poder político y territorial de la democracia,
que diera un paso adelante, que frente a la tolerancia pasiva o a la
legislación activa a favor de la “cultura de la muerte”, diera
una oportunidad a la “cultura de la vida”; que iniciara la
necesaria regeneración y se pusiera fin al aborto en España. Ha
sido como llamar a la puerta de quien para no oír ni a los
ciudadanos ni a su conciencia sube los decibelios de la televisión
para no escuchar la llamada. Un año después, pese a la inmensa
capacidad de acción que otorga una mayoría absoluta sin
precedentes, ni una sola medida a favor de la vida ha sido adoptada
por el gobierno y, mientras los vientos de la crisis hundían las
ayudas a la maternidad pero se mantenían intactos los convenios
económicos con las clínicas abortistas, ni tan siquiera ha tenido
el valor político de derogar, tal y como prometió, algunos aspectos
de la llamada Ley Aido.
Queremos hoy aquí, en este día de
lucha por la Vida, denunciar públicamente el enorme negocio que
supone el aborto en España; denunciar a quienes se están lucrando
con la muerte y romper la invisibilidad social que merced al vil
metal disfraza su faz execrable con el éxito económico y la
consiguiente honorabilidad pública.
Queremos pedir a los políticos que se
declaran católicos, que forman parte de organizaciones católicas,
que están en los Parlamentos y en los Ayuntamientos, coherencia con
sus creencias; que dejen de estar encadenados al miedo a perder el
escaño y el beneficio, porque si renuncian a sus planteamientos, a
su visión del hombre y del mundo, como hasta hoy han renunciado,
amparándose en una moral restrictiva y situacional, autoengañándose
y autojustificándose, ante algo tan simple como dar un Sí a la Vida
y un No al aborto -a cualquier tipo de aborto- estarán renunciando a
defender el primer derecho del hombre y acabarán vulnerando, si
fuera necesario, todos los demás.
Somos conscientes de que el problema,
el mal, no está sólo en la existencia de la legislación abortista.
Asumimos que la prohibición no implica su desaparición, entre otras
razones porque el veneno se ha infiltrado en la sociedad y alentada
por el poderoso lobby abortista, por quienes niegan la trascendencia
del hombre, existe una porción importante de la opinión pública,
especialmente entre sectores jóvenes, que, por desinformación o por
egoísmo, asume la idea de que el aborto no es más que un método
anticonceptivo más, porque no reconocen la existencia de la vida
desde el momento de la concepción.
Desde aquí, en este 28 de Diciembre,
Día del Concebido y aún no nacido, queremos pedir a las
administraciones públicas un compromiso activo con la Vida; el
desarrollo de campañas institucionales y educativas, especialmente
dirigidas a los jóvenes, que pongan de manifiesto la realidad y la
crueldad del aborto.
Somos conscientes de la difícil
situación económica que nos atenaza, pero precisamente por ello
consideramos necesaria la habilitación de partidas presupuestarias,
tanto a nivel autonómico como local, para impulsar la natalidad,
para dar posibilidades reales a la vida, porque también así se
lucha contra la crisis invirtiendo en nuestro futuro como sociedad.
¡Ojalá la vida pública de esta
Coordinadora fuera corta! ¡Ojalá, dentro de unos meses tuviéramos
que anunciar que, tras la prohibición definitiva del aborto en
España, nuestra labor en este campo se consideraba concluida! ¡Ojalá
las organizaciones civiles que luchan por la Vida tuvieran que
trabajar sólo para ayudar a las madres y solventar situaciones
extremas! ¡Ojalá no tuviéramos que seguir saliendo a la calle para
defender el Derecho a Vivir desde el momento de la concepción hasta
su fin natural!
Mientras aguardamos, sin desfallecer,
continuaremos presionando y, sobre todo, rezando por el alma de
aquellos que merced a las leyes humanas no pudieron ver la luz
En Murcia la concentración tendrá lugar a las 20:00 h frente al establecimiento abortista Ginemur, sito en C/ Princesa nº7 (Barrio del Carmen), donde todos los días, gracias al concierto que la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia mantiene con éste y otros establecimientos, se matan a seres humanos con el dinero de nuestros impuestos.
Se puede consultar donde tendrán lugar el resto de concentraciones en http://cxvida.blogspot.com.es/p/concentraciones-28-d.html
Se puede consultar donde tendrán lugar el resto de concentraciones en http://cxvida.blogspot.com.es/p/concentraciones-28-d.html